Cómo aprobar un examen tipo test de oposiciones
Prácticamente todas las oposiciones incluyen un primer ejercicio en forma de test. Esto se debe a que las administraciones públicas prefieren un formato de preguntas cerradas que garantice una valoración 100% objetiva de las respuestas. Si te estás preparando para una oferta de empleo público, tarde o temprano te encontrarás con una prueba de este tipo: toma nota de estos consejos para aprobar un examen tipo test.
Prepara el temario
Tener una buena base teórica es básico a la hora de enfrentarse a un test de oposiciones. Te será de gran ayuda poder memorizar los detalles, ya que muchas preguntas tienen opciones de respuesta cuya variación se basa en detalles (fechas, números de artículos, etc.).
Utiliza una técnica de relajación antes del examen
Si puedes disminuir tus niveles de estrés antes de empezar la prueba, rendirás mejor. Así que, una vez que te llamen y tomes asiento, dedica unos minutos a hacer un ejercicio de respiración (en Internet puedes encontrar muchas páginas que tratan el tema). Está demostrado que ese tipo de ejercicios ayudan a oxigenar el cerebro (¡que es lo que vas a utilizar durante el examen!) así que merece la pena invertir unos minutos. Para maximizar sus beneficios, repite el ejercicio de relajación durante las semanas o los meses previos al examen.
Conoce los criterios de evaluación y puntuación
Antes de pasar a las preguntas, asegúrate de tener claro cómo debes marcar las respuestas correctas en la hoja de examen. En la academia a menudo nos encontramos con que los nuevos opositores, al rellenar los simulacros, marcan las respuestas de diferentes formas (aspas, cruces, etc.).
Marcar respuestas utilizando un criterio no contemplado en el examen puede suponer un suspenso, así que asegúrate de leer detenidamente las instrucciones del test. Puede parecer una minucia, pero en ocasiones los criterios de evaluación cambian de una convocatoria a otra.
Lee detenidamente cada pregunta
Al comenzar el test y encontrarte ante una hoja repleta de respuestas sin responder, puedes caer en la tentación de querer ir muy rápido para tener después un “tiempo de reserva”. No te dejes llevar por la ansiedad: lee atentamente cada pregunta antes de responder, y permanece atento a los detalles como las dobles negaciones.
Responde al test de memoria
Al finalizar la lectura de cada pregunta, intenta pensar cuál es la respuesta antes de leer las opciones que te ofrece el test. Al utilizar la memoria reducirás las posibilidades de dudar si la pregunta tiene variantes muy parecidas entre sí.
Comienza respondiendo solo las preguntas fáciles
Con esta estrategia ganarás un plus de seguridad, ya que irás demostrándote a ti mismo que puedes ir asegurando puntos, que eres capaz de hacer el examen, y con esta seguridad extra encararás con más confianza el resto del test. Recuerda: en esta primera vuelta debes ignorar las preguntas que te generen dudas y solo detenerte en aquellas que puedas responder con facilidad o de forma intuitiva. ¡No te permitas quedarte atascado!
Después, ve a por las preguntas de dificultad intermedia y alta
Dejar las preguntas complicadas para la segunda porque podríamos encontrar «pistas» o «descartes» con información de otras preguntas del examen. En función de los criterios de evaluación decidiremos si merece la pena “arriesgar” en algunas preguntas o si mejor las dejamos en blanco.
Repasa las respuestas
Lo ideal es reservar un tiempo al final del examen para repasar y rectificar errores. Recuerda en un test de oposiciones, cada punto cuenta.
Esperamos que estos consejos te ayuden a aprobar tu próximo examen. ¡Buena suerte!
Buenas tardes, he visto su página y estoy con una oposición en Móstoles.
Gracias.
¡Buena suerte, Cristóbal!
«Comienza respondiendo solo las preguntas fáciles». Esto está demostrado que es el mejor método. No hay que quedarse atascado.